Para el caramelo

• 290 gr de azúcar blanca
• 250ml de agua
• Jugo de limón

Para la crema

• 400 ml de leche condensada
• 400 ml de leche evaporada
• 1 cucharadita de esencia de vainilla
• 8 huevos

Preparación

Para el caramelo:

• Paso 1: en una sartén, pon el azúcar y el agua con las gotas de limón (para evitar que se formen cristales) a fuego bajo hasta que tengas una mezcla de color miel pero sin que llegue a quemarse.
• Paso 2: una vez que tenga la consistencia y color deseados retira del fuego y vierte en las paredes del molde mientras aún esté caliente, de lo contrario, se enfriará y endurecerá en la sartén.

Preparación de la mezcla:

• Paso 1: en un bol agrega la leche condensada, la leche evaporada, los huevos y la esencia de vainilla, uno a la vez, y utilizando un batidor de mano mézclalos hasta que se integren por completo. No utilices mucha fuerza ni velocidad para evitar incorporar aire.
• Paso 2: pasa por un colador la mezcla para obtener una consistencia más delgada y lisa, alrededor de unas 10 veces (suena mucho pero lo vale); ya que no se licúa, de esta manera evitas cualquier grumo de huevo.
• Paso 3: una vez colada, vierte la mezcla en el molde que tiene el caramelo y pon el horno a precalentar a 180 °C. Calienta el agua que vas a utilizar en el baño maría, una vez que empiece a hervir vacíala en la fuente que vas a llevar al horno.
• Paso 4: en cuanto el horno esté a la temperatura deseada, mete el molde con la mezcla y el caramelo dentro de la fuente, con cuidado que no se desborde, y lleva al horno.
• Paso 5: Revisa luego de una hora si está listo, utiliza para ello un palillo, introdúcelo en el centro, si sale húmedo pero sin resto de crema sabrás que está listo. En caso que no salga limpio déjalo en el horno un rato más.
• Paso 6: cuando esté listo, retira el molde del horno y déjalo que se enfríe de forma natural. Luego de esto, llévalo al refrigerador por, mínimo, 6 horas (mientras más tiempo tenga de frío tendrá mejor consistencia al servirlo).